Descubriendo el Madrid histórico desde la Puerta del Sol

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La Puerta del Sol es una de las plazas más emblemáticas y concurridas de Madrid, la capital de España. En ella se encuentra el kilómetro cero de las carreteras radiales del país, el famoso reloj de la Casa de Correos que marca las campanadas de fin de año, y varios monumentos y edificios históricos que reflejan la rica y variada historia de la ciudad.

¿Te imaginas poder alquilar un apartamento en la Puerta del Sol y, desde ahí, recorrer los puntos históricos del centro de la ciudad? Pues atento, porque a continuación te invitamos a descubrir el Madrid histórico desde la Puerta del Sol, recorriendo sus calles y rincones más significativos, y conociendo sus leyendas, tradiciones y curiosidades.

La Puerta del Sol, el corazón de Madrid

La Puerta del Sol debe su nombre a un sol que adornaba la entrada de la antigua muralla que rodeaba Madrid en el siglo XV. Esta muralla delimitaba el casco urbano de la villa, que había crecido extramuros de la primitiva muralla cristiana del siglo XII. La Puerta del Sol era uno de los accesos a la ciudad, orientado hacia el levante, y por donde entraban los viajeros y comerciantes que venían de Aragón y Valencia.

La plaza actual tiene una forma oblonga y es el resultado de varias reformas urbanísticas que se realizaron desde el siglo XVIII hasta el XX. La más importante fue la que se llevó a cabo en el siglo XIX, bajo el reinado de Isabel II, que amplió y embelleció la plaza, dotándola de fuentes, farolas y bancos. También se construyeron nuevos edificios, como el Hotel París, el Palacio de la Equitativa o la Casa Cordero, que le dieron el aspecto que tiene hoy en día.

La Puerta del Sol ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos, políticos y sociales que han marcado la vida de Madrid y de España. Aquí se produjo el levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra las tropas francesas de Napoleón, que dio inicio a la Guerra de la Independencia. Aquí se proclamó la Segunda República el 14 de abril de 1931, tras las elecciones municipales que dieron la victoria a los partidos republicanos. Aquí se celebraron las manifestaciones del 15-M en 2011, que reclamaban una democracia más participativa y justa. Y aquí se congregan cada año miles de personas para celebrar la Nochevieja, comiendo las doce uvas al ritmo de las campanadas del reloj de la Casa de Correos.

La Casa de Correos es el edificio más antiguo y emblemático de la Puerta del Sol. Fue construido entre 1766 y 1768 por el arquitecto francés Jaime Marquet, por encargo del rey Carlos III, para albergar la sede de la Real Casa de Correos y el Ministerio de la Gobernación. Su fachada principal, de estilo neoclásico, está presidida por un gran reloj de torre, que fue donado en 1866 por el relojero José Rodríguez de Losada. El reloj tiene cuatro esferas, una en cada lado de la torre, y un mecanismo que acciona las campanas y las figuras de los cuartos. El reloj se ha convertido en un símbolo de la Puerta del Sol y de Madrid, y su funcionamiento es objeto de cuidado y atención por parte de los relojeros y las autoridades.

En la fachada de la Casa de Correos también se encuentra el cartel que indica el kilómetro cero de las carreteras radiales de España. Se trata de un punto geodésico que marca el origen de las seis carreteras nacionales que parten de Madrid hacia las distintas regiones del país. El cartel fue colocado en 1950 por el Ministerio de Obras Públicas, y desde entonces es una atracción turística y un lugar de encuentro para los madrileños y los visitantes.

Otro elemento distintivo de la Puerta del Sol es la estatua ecuestre de Carlos III, que se sitúa en el centro de la plaza. La estatua fue inaugurada en 1994, con motivo del bicentenario del fallecimiento del rey, y es obra del escultor Juan de Ávalos. La estatua representa al monarca a caballo, vestido con el uniforme de capitán general, y con la mano derecha extendida en un gesto de saludo. Carlos III fue uno de los reyes más queridos y respetados por los madrileños, ya que impulsó numerosas reformas urbanas, culturales y sociales que mejoraron la vida de la ciudad. Entre ellas, se pueden destacar la construcción del Paseo del Prado, el Jardín Botánico, el Museo del Prado, la Puerta de Alcalá, la Fuente de Cibeles o el Hospital General.

Las calles que parten de la Puerta del Sol, un viaje por el Madrid histórico

La Puerta del Sol es el punto de partida para recorrer el Madrid histórico, ya que de ella parten diez calles que conducen a los lugares más emblemáticos y representativos de la ciudad. Cada una de estas calles tiene su propia historia, su propio encanto y su propia personalidad, y en ellas se puede apreciar la diversidad y la riqueza del patrimonio madrileño. Aquí te proponemos un itinerario por algunas de estas calles, que te permitirá descubrir el Madrid de los Austrias, el Madrid de los Borbones, el Madrid literario, el Madrid comercial y el Madrid popular.

Calle Mayor

La calle Mayor es una de las más antiguas y señoriales de Madrid, y discurre desde la Puerta del Sol hasta la Plaza de la Villa, pasando por la Plaza Mayor. En ella se encuentran algunos de los edificios más nobles y elegantes de la ciudad, como el Palacio de los Consejos, el Palacio de Uceda, el Palacio de Abrantes o la Casa de Cisneros. También se pueden admirar algunas joyas arquitectónicas, como la iglesia de San Ginés, la capilla del Obispo o la Casa de la Villa.

La calle Mayor fue el escenario de algunos episodios históricos relevantes, como el asesinato del secretario de Estado Juan de Escobedo en 1578, por orden del rey Felipe II, o el atentado anarquista contra el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia en 1906, el día de su boda, que causó 28 muertos y más de 100 heridos.

La calle Mayor también es un lugar de ocio y cultura, ya que en ella se encuentran algunos de los bares, restaurantes y comercios más tradicionales y típicos de Madrid, como el centenario café de la Cruz, la chocolatería San Ginés, la pastelería La Mallorquina o la tienda de sombreros La Favorita.

Calle de Alcalá

La calle de Alcalá es una de las más largas y emblemáticas de Madrid, y une la Puerta del Sol con la Plaza de Cibeles, pasando por la Puerta del Sol. En ella se encuentran algunos de los edificios más representativos y majestuosos de la ciudad, como el Banco de España, el Círculo de Bellas Artes, el Casino de Madrid, el Palacio de Linares, el Palacio de Buenavista o el Palacio de Comunicaciones. También se pueden contemplar algunas obras de arte, como la fuente de Cibeles, la fuente de Apolo, la fuente de Neptuno o la estatua de la Mariblanca.

La calle de Alcalá fue una de las principales vías de comunicación de Madrid, ya que por ella entraban y salían los viajeros y mercancías que venían de Aragón, Cataluña y Francia. También fue una de las primeras calles iluminadas con faroles de aceite en el siglo XVIII, y una de las más transitadas y animadas en el siglo XIX, con sus cafés, teatros, cines y comercios.

La calle de Alcalá también es un lugar de celebración y fiesta, ya que en ella se celebra cada año el desfile del Orgullo Gay, que reúne a miles de personas que

que reivindican la diversidad y los derechos del colectivo LGTBIQ+. También en ella se realiza cada año el tradicional encendido de las luces navideñas, que iluminan y adornan la calle con motivos festivos y artísticos.

Calle de Arenal

La calle de Arenal es una de las más céntricas y comerciales de Madrid, y conecta la Puerta del Sol con la Plaza de Isabel II, donde se encuentra el Teatro Real. En ella se encuentran algunos de los establecimientos más antiguos y populares de la ciudad, como el café de Oriente, la confitería El Riojano, la librería San Ginés o la tienda de música Casa Parramon. También se pueden visitar algunos lugares de interés cultural, como el convento de las Descalzas Reales, el palacio de Gaviria o el museo de Cera.

La calle de Arenal fue una de las primeras calles peatonalizadas de Madrid, en el año 2006, lo que favoreció su dinamismo y su atractivo para los viandantes. En ella se pueden encontrar todo tipo de tiendas, restaurantes, bares, cines y teatros, que ofrecen una amplia oferta de ocio y entretenimiento. También se pueden disfrutar de algunos espectáculos callejeros, como los músicos, los mimos, los pintores o los magos, que amenizan el paseo con sus habilidades y su arte.

La calle de Arenal también es un lugar de memoria y homenaje, ya que en ella se encuentra el monumento a los héroes del 2 de mayo, que recuerda a los ciudadanos que se levantaron contra las tropas francesas en 1808. El monumento consiste en una placa con los nombres de los caídos y una escultura de bronce que representa a una mujer herida que sostiene una bandera. El monumento fue inaugurado en 2008, con motivo del bicentenario de la gesta, y es obra del escultor Antonio López.

Calle del Carmen

La calle del Carmen es una de las más antiguas y pintorescas de Madrid, y une la Puerta del Sol con la Plaza de Callao, pasando por la Plaza de la Luna. En ella se encuentran algunos de los comercios más tradicionales y curiosos de la ciudad, como la zapatería La Palma, la tienda de abanicos Casa Diego, la tienda de sombrillas Casa de Diego o la tienda de ultramarinos Casa Labra. También se pueden apreciar algunos edificios históricos, como el convento de las Carmelitas Descalzas, la iglesia del Carmen o el edificio Carrión.

La calle del Carmen fue una de las más castizas y populares de Madrid, ya que en ella se desarrollaba una intensa vida social y cultural. En ella se celebraban las fiestas del Carmen, en honor a la patrona de los madrileños, con procesiones, verbenas, bailes y limonadas. También en ella se instalaban los puestos de lotería, que atraían a los aficionados al juego y a la suerte. Y también en ella se podía disfrutar de la gastronomía típica de Madrid, como los callos, los bocadillos de calamares, las rosquillas o los churros.

La calle del Carmen también es un lugar de innovación y modernidad, ya que en ella se encuentra el primer semáforo eléctrico que se instaló en Madrid, en el año 1929, en la esquina con la calle Preciados. El semáforo fue un avance tecnológico que facilitó el tráfico y la seguridad de los peatones, y que se convirtió en un símbolo de la ciudad. El semáforo original se conserva en el Museo de Historia de Madrid, y el que se puede ver hoy en día es una réplica.