María de los Ángeles Becerra

En las bulliciosas calles de Quilmes, una zona del conurbano bonaerense donde el ruido de los colectivos se mezcla con el aroma de los asados familiares y los sueños juveniles que flotan en el aire como promesas no cumplidas, nació una joven llamada María de los Ángeles Becerra el doce de febrero del dos mil, una niña que desde sus primeros años enfrentó sombras que podrían haberla doblegado pero que, en cambio, la forjaron en una artista cuya voz urbana resuena con una fuerza que obliga a replantear lo que significa el éxito en un mundo que juzga sin piedad; creció en un hogar donde su padre, Pedro, un cardiólogo dedicado a salvar vidas ajenas, y su madre, Irene, una enfermera que cuidaba con manos pacientes, le enseñaron el valor de la resiliencia, rodeada de tres hermanos mayores, Juan Manuel y Geraldine, y una menor, Aylín, con quienes compartía risas y confidencias en medio de una vida modesta que no le regalaba nada. Desde los seis años, María mostró una inclinación natural hacia el arte, inscribiéndose en clases de canto, comedia musical, baile y expresión corporal en la academia de Valeria Lynch, una figura que se convirtió en su primera mentora y le abrió los ojos a un universo de ritmos que la alejaban del bullying feroz que padecía en la secundaria, donde no solo recibía insultos sino golpes físicos que la dejaban con moretones y un labio partido, ocultando el dolor con excusas inventadas para no alarmar a su madre, hasta que un intento de abuso sexual por parte de cinco compañeros la empujó a confrontar su realidad, rompiendo el silencio en una terapia que transformó ese trauma en combustible para letras que hoy empoderan a miles de mujeres a alzar la voz contra la violencia y el acoso, un capítulo de su vida que revela cómo el sufrimiento temprano puede moldear no solo una carrera sino una perspectiva de vida que valora la vulnerabilidad como fortaleza, cambiando la idea de que las estrellas nacen perfectas y sin cicatrices. Su herencia chilena y mapuche, heredada de su bisabuela, le infundió un orgullo indígena que se filtra en su identidad, conectándola con raíces ancestrales de resistencia cultural que la motivan a apoyar causas de diversidad y a cuestionar el eurocentrismo en la industria musical, donde artistas como ella rompen moldes al fusionar tradiciones folclóricas con beats modernos, invitando a reflexionar sobre cómo la diversidad étnica enriquece el arte y altera percepciones de lo que significa ser latina en un escenario global.

A los doce años, con un espíritu inquieto que no toleraba la pasividad, María comenzó a subir covers de canciones a Facebook y YouTube, intercalados con videos de comedia y parodias de actuación que capturaban su ingenio agudo y su carisma contagioso, uno de esos clips, un monólogo satírico de cinco minutos, explotó con un millón de vistas en cuestión de horas, un viral que la catapultó al mundo digital y la impulsó a dedicarse por completo a crear contenido, convirtiéndose en una influencer con millones de seguidores que la veían como una confidente cercana, compartiendo vlogs cotidianos, tutoriales y sketches que la ayudaron a sanar las inseguridades de su adolescencia escolar, un canal que acumuló más de tres millones de suscriptores antes de que, a los diecinueve, decidiera pivotar hacia la música, dejando atrás el YouTube para perseguir un sueño manifestado desde niña en una lista de deseos donde anotaba su anhelo de cantar y llenar teatros como el Gran Rex, una visión que se concretó con audacia y persistencia, probando suerte en castings de actuación y canto que al principio la rechazaron pero que la endurecieron para un camino lleno de obstáculos que hoy nos hace cuestionar si el talento digital es un trampolín real o solo una ilusión temporal. Ese giro al estrellato musical llegó en septiembre del dos mil diecinueve con el lanzamiento independiente de su primer EP, doscientos veintidós, una colección de tres tracks como Nada de Amor, Tu Lady y Dime Cómo Hago que experimentaban con pop urbano y trap, logrando su debut en el Billboard Argentina Hot cien con el último, un hito que validó su apuesta y la posicionó como una voz emergente en un trap argentino dominado por hombres, rompiendo barreras con un flow versátil y letras que hablaban de desamor y deseo con una honestidad que resonaba en las jóvenes, demostrando que el empoderamiento femenino en la música no es un accesorio sino una necesidad que altera la dinámica de géneros machistas y cambia cómo vemos el rol de las mujeres en la escena urbana. Al año siguiente, en dos mil veinte, María se convirtió en la primera artista latina en firmar con la disquera independiente trescientos Entertainment, un contrato que la impulsó a lanzar el remix de High con Tini y Lola Índigo, un video minimalista y colorido que escaló al número dos en las listas argentinas y la introdujo en el circuito internacional, colaborando con nombres como Lyanno y Rauw Alejandro en temas que fusionaban reguetón con introspección, mientras su canal secundario María Becerra Music se llenaba de originales como Perdidamente y Dejemos que Pase, acumulando vistas que subrayaban su conexión auténtica con el público y nos obligan a repensar si el éxito viral es sostenible o solo un flash en la pan.

El dos mil veintiuno marcó un punto de inflexión con la salida de su álbum debut Animal, un proyecto dividido en partes que incluía colaboraciones estelares con Becky G en Wow Wow, Cazzu en el track titular y Tiago PZK en Cázame, debutando en el quinto puesto de los Top diez Álbum Debuts Global de Spotify y ganándole nominaciones a Mejor Álbum Urbano en los Latin Grammy y Mejor Artista Nuevo, un reconocimiento que la llevó a actuar en los Grammy junto a J Balvin en Qué Más Pues, un hit que alcanzó el número uno en Argentina y entró en el Hot Latin Songs de Estados Unidos, consolidándola como una fuerza imparable con más de cuarenta y tres entradas en el Hot cien argentino, un récord para una mujer que desafía la narrativa de que las artistas femeninas solo triunfan con baladas románticas y no con ritmos crudos que reflejan la realidad callejera. Su versatilidad se expandió con sencillos como Miénteme con Tini, que dominó las listas por seis semanas, y Entre Nosotros remix con Tiago PZK, Lit Killah y Nicki Nicole, interpretado en los Latin American Music Awards, mientras el tour Animal la llevó por Latinoamérica y España, vendiendo boletos en venues masivos y mostrando su carisma en vivo, una performer que ilumina el escenario con energía contagiosa y coreografías precisas, influenciada por íconos como Amy Winehouse, Ariana Grande, Shakira y Rihanna, voces que la inspiraron a mezclar géneros sin temor, rechazando ser encasillada y alterando la percepción de que una artista debe elegir un solo estilo para perdurar. En dos mil veintidós, lanzó su segundo álbum La Nena de Argentina, un trabajo personal sin feats que exploraba bachata en Sin Ti con Gims, cumbia en Adiós con Rafaela, pop en Ojalá y Automático, trap en Perreo Furioso y baladas acústicas como Desafiando el Destino dedicada a sus padres, un disco que acumuló cientos de millones de streams y la posicionó como la nena del pop urbano argentino, firmando con Warner Music Latina y Chappell para expandir su catálogo global, mientras temas como Corazón Vacío y Los del Espacio con Duki, Emilia y más se convirtieron en himnos de verano, superando los mil millones de reproducciones acumuladas en plataformas y cuestionando si el éxito comercial siempre equivale a autenticidad artística.

Pero detrás de esos éxitos radiales y premios como el Visionary en los Billboard Latin Women in Music del dos mil veintitrés o las cinco nominaciones a los Latin Grammy del mismo año, María ha enfrentado sombras personales que la han humanizado y cambiado cómo vemos la fama, como su relación con el cantante Rusherking de dos mil diecinueve a dos mil veintiuno, un romance que conoció en un campamento musical e inspiró canciones de amor apasionado pero terminó en desamor público, seguido de un breve vínculo con el influencer Alexis Sanzi que la marcó con inseguridades juveniles, hasta que en la mitad del dos mil veintidós encontró estabilidad con el rapero J Rei, un amor que culminó en un compromiso propuesto por ella en Grecia en julio del dos mil veintitrés, mostrando anillos de oro blanco con corazones rosados en redes, un lazo que ha sido su pilar en medio de giras agotadoras y que resalta su rol proactivo en el amor, alterando la idea tradicional de que las mujeres deben esperar propuestas. En el plano íntimo, María ha sido abierta sobre su sexualidad, revelando en entrevistas su primera historia de amor con una mujer durante la adolescencia, un capítulo de confusión y prejuicios que pensó en cómo afectaría a su familia conservadora, pero que la liberó y se refleja en letras queer que normalizan el amor LGBTQ, posicionándola como aliada de la comunidad y rompiendo tabúes en la música latina a menudo conservadora, un acto que invita a repensar la fluidez sexual en el entretenimiento y cómo las artistas pueden usar su plataforma para fomentar inclusión sin perder fans. Su estilo de vida incluye un compromiso con el bienestar animal, siendo dueña de cuatro gatos y tres perros que comparte en stories, y una fase vegetariana desde los diecisiete que evolucionó a vegana por un año en dos mil veintitrés, aunque recientemente dejó el veganismo por salud, como confesó en el programa Olga, priorizando equilibrio en su dieta mientras mantiene rutinas de ejercicio que la ayudan a lidiar con la ansiedad de la fama, demostrando que el activismo personal no es incompatible con la adaptabilidad humana.

En dos mil veinticuatro, enfrentó un embarazo ectópico que la llevó a una intervención médica, un golpe emocional que compartió con fans para desestigmatizar el tema, soñando aún con la maternidad pese al dolor, y en dos mil veinticinco repitió la experiencia con una hemorragia interna que requirió cirugía de emergencia y terapia intensiva, saliendo estable pero cancelando shows como los Platino Awards, un recordatorio de su vulnerabilidad que la impulsó a pausar redes en julio del dos mil veinticuatro por ataques de pánico durante su tour europeo, enfocándose en terapia para manejar la presión de ser una estrella global con más de veintisiete millones de oyentes mensuales en Spotify, un testimonio que cambia la perspectiva de la fama como un cuento de hadas y la muestra como una mujer real lidiando con crisis de salud reproductiva en un cuerpo público escrutado. Controversias no han faltado, como acusaciones de ser una chorra desagradecida en hilos virales que la señalan por supuestas rivalidades con colegas y beneficios estatales cuestionados, o un escándalo en Punta del Este donde sus guardaespaldas agredieron a un periodista, alimentando su enojo con la prensa argentina que acusa de mentir sobre su vida, pero María responde con acciones, como su debut actoral en la película animada Sylvanian Families: Freya’s Happy Diary en dos mil veinticuatro y su rol en la serie de Netflix En el Barro, donde interpretó a una interna y grabó la cortina musical Siete Vidas, confesando en backstage una anécdota hot sobre estar esposada que bromeó como secreto de su buen sexo, mostrando su humor desenfadado y confianza corporal que desafía los juicios morales. Otro detalle que altera percepciones es su exposición de un intento de sabotaje en su carrera, cuando un artista rival presionó a organizadores de un festival para removerla del lineup a cambio de su participación, un incidente que reveló en una entrevista y que ha enfrentado múltiples veces, destacando las maquinaciones en la industria y cómo las mujeres como ella deben navegar envidias y traiciones para avanzar, un hecho que nos hace cuestionar la solidaridad entre colegas y el costo real del éxito femenino.

En el ámbito de la moda y la belleza, María lanzó en julio del dos mil veintitrés su línea de maquillaje Astro Splash con Paris Paris Mx, una colección inspirada en su estética colorida y empoderada que refleja su ojo para el estilo, visto en outfits de conciertos con toques vaqueros y urbanos que fusionan su herencia argentina con tendencias globales, mientras acumula más de dieciséis millones de seguidores en Instagram donde comparte rutinas de skincare y challenges virales en TikTok que la conectan con fans jóvenes, demostrando que su influencia va más allá de la música y entra en el empoderamiento económico femenino. En el filantrópico, aunque discreta, ha donado proceeds de shows a causas locales en Quilmes, como apoyo a comunidades marginadas y promoción de la salud mental, alineada con su experiencia personal, y participa en campañas contra el bullying inspiradas en su pasado, hablando en entrevistas sobre cómo el cariño de sus seguidores la salvó de la inseguridad, transformando mensajes como Me haces feliz en motivación para seguir y alterando la vista de que las celebridades están desconectadas de las luchas cotidianas. Su interés por la lectura y la escritura creativa surgió a los trece, cuando publicaba poesía y cuentos en internet, un hobby que mantiene en privado para nutrir sus letras, devorando biografías de artistas como Juan Gabriel y libros de autoayuda que la ayudan a navegar la fama, recomendándolos en podcasts donde enfatiza el crecimiento personal y nos invita a ver la mente de una estrella como un espacio en constante evolución. Como fanática de Gimnasia y Esgrima, un equipo de fútbol argentino, asiste a partidos cuando puede, un pasatiempo que la reconecta con sus raíces deportivas de infancia donde practicaba fútbol para canalizar energías, y en raras ocasiones comparte recetas de comida casera como empanadas quilmeñas aprendidas de su abuela, un ritual familiar que la ancla antes de giras y resalta su lado terrenal.

En dos mil veinticinco, mientras se recupera de su segunda crisis de salud y promociona su tercer álbum terminado, anunciado en el show de Susana Giménez como listo para principios de año, María ha enfrentado críticas por su ascenso meteórico, con detractores llamándola fenómeno de marketing sin talento real, pero ella responde con números, superando los diez mil millones de streams y vendiendo dos River Plate consecutivos en dos mil veinticuatro como primera mujer argentina en lograrlo, un hito que la posiciona junto a leyendas como Madonna y Tina Turner y cambia la narrativa de que las mujeres no pueden llenar estadios solos en géneros urbanos. Su sueño de expandir el legado incluye una fundación para jóvenes talentos de barrios humildes como el suyo, ofreciendo becas en música y arte para romper ciclos de pobreza, similar a su propio camino de YouTuber a superestrella, y planea un disco infantil con influencias cumbieras para preservar la cultura argentina para las nuevas generaciones, un gesto que revela su visión filantrópica y nos hace repensar el rol de los artistas en la educación cultural. En el plano espiritual, devota de la Virgen de Guadalupe como muchos en su familia, visita basílicas para agradecer éxitos, una tradición que la sostuvo durante crisis emocionales y que la ancla en tiempos turbulentos como su batalla contra rumores de infidelidades o el drama mediático de su salud. Otro aspecto que transforma perspectivas es su colección de instrumentos vintage, incluyendo una guitarra heredada de su abuelo que usa para componer baladas, inspirándose en la historia de la música latina para innovar sin olvidar el pasado, y su afición por el boxeo y yoga post-accidentes menores, rutinas que la mantienen saludable tras una lesión en moto que pausó shows temporalmente. Amistades como la con Carín León, forjada en jam sessions en bares de Buenos Aires, han resultado en duetos planeados para dos mil veintiséis, y con Tini comparte no solo colaboraciones sino consejos sobre la maternidad soñada, un lazo femenino que contrasta con polémicas pasadas como rechazos a Hollywood por telenovelas, prefiriendo la pureza musical. En septiembre del dos mil veinticinco, se anunció su rol como jueza invitada en La Voz España, reemplazando a Lali Espósito en la fase de batallas, un logro que consolida su proyección internacional y la posiciona como mentora, alterando la idea de que el éxito es solo cantar sino también guiar a la siguiente generación.

Otro hecho que puede cambiar tu perspectiva es su participación en el encendido del Empire State Building en rojo para el aniversario ochenta de Hola en octubre del dos mil veinticuatro, un tributo a la cultura latina que subraya su rol como embajadora de la herencia hispana en Estados Unidos, y su nuevo sencillo con Yandel, Sexo es la moda, que acumuló más de tres millones y medio de vistas en YouTube en menos de dos semanas, mostrando su capacidad para fusionar reguetón con mensajes provocativos sobre libertad sexual. En La Revuelta con David Broncano, abrió sobre su momento más desafiante, el bullying y abuso, un testimonio que humaniza su imagen glamorosa y nos obliga a ver más allá de la superficie. Su net worth estimado en diez millones de dólares en dos mil veinticinco refleja no solo streams sino su línea de maquillaje y deals con Warner Chappell, pero lo que impacta es cómo usa esa fortuna para causas, como donaciones durante la pandemia. En el Sueños Festival del dos mil veinticinco, compartió escenario con Shakira, un dúo que fusiona generaciones y géneros, destacando su humildad al reconocer influencias. Su voz en Poppy Prescott para el doblaje español de Despicable Me cuatro en dos mil veinticuatro marca su incursión en animación, atrayendo a audiencias infantiles y ampliando su legado familiar. Como anfitriona en la ceremonia premiere de los Latin Grammy del dos mil veinticuatro junto a Juliana y Luísa Sonza, demostró carisma televisivo, un paso que la prepara para más en pantalla. Su visión board para dos mil veinticinco incluye viajes a islas paradisíacas, masajes y momentos con su prometido, equilibrando ambición con bienestar, y su participación en Billboard Latin Music Week hablando de reinvención inspira a artistas emergentes. Finalmente, su sueño de colaborar con Cardi B por su audacia refleja aspiraciones globales, cerrando el círculo de una joven de Quilmes que, con cada verso, no solo entretiene sino que transforma perspectivas sobre resiliencia, diversidad y el verdadero costo de brillar en un mundo implacable. Déjanos un like y suscríbete, arriba te dejamos más vídeos para seguir aprendiendo.

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